sábado, 29 de octubre de 2011

Promesas a la una de la madrugada.

Algún día, será sábado, estará lloviendo. Y estaremos en casa, en la cama, viendo pelis de amor, ñoñas. Llorando como imbéciles mientras comemos palomitas. Después de ver la peli nos miraremos con los mocos en la cara y empezaremos a reírnos con lágrimas alrededor y nos quedaremos dormidas entre sonrisas, soñando lo perfecto que es todo.

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