jueves, 20 de octubre de 2011

Delirios de NO esperanza.

Lo que tuvimos fue verdad. O eso quiero pensar, hay veces que, por muy cercano que esté, lo sientes todo tan lejano que llega el sentimiento de: ¿y si fue una ilusión, un sueño? ¿Y si realmente no soy yo la que ha vivido esto? Hay cosas en la vida que, por mucho que imaginemos, por mucho que divaguemos en los pensamientos, pensamos que nunca pasarán, hasta que pasan. Y en el momento en que pasan, días después de que eso pase, sea lo que sea, aún tienes la sensación de que es mentira, que no se ha acabado, que todo perdura. Te duele, te duele pensar que es así, que se ha acabado. Te duele admitirlo.

Pero hoy, has de saber, que cuando se cierra una puerta, se abre cientos de miles más. Quizás ahora pienses que no quieres nada más, que nadie más va a poder llenar el vacío que esa persona al irse te ha causado. Pero, he de decirte que sí, que de todo se sale, es más, encontrarás a alguien que llene tu vació y lo expanda.

Y si tu misión es olvidar, deja de hacerlo porque he de confesarte que nunca lo conseguirás. Si acaso, dejarás de recordar. No puedes olvidar lo que te hizo feliz, no puedes dejar de querer a quien amaste. Solo te acostumbrarás, te acostumbrarás a no expresar tus sentimientos, a que se apaguen aunque siempre vivan dentro de ti, te acostumbrarás a estar sin esa persona.

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