lunes, 10 de octubre de 2011

Momentos de esperanza.

— Cuando uno quiere a alguien lucha por esa persona que tanto quiere.
— Yo fui su amiga, su pañuelo de lágrimas, y así volveré a ser.
— Sigue así como siempre has sido.
— Supongo que es la forma de poder recuperarla. Volveré a ser su amiga, y dentro de unos años estaremos juntas. Pero he de decir que en dos años no voy a cerrar puertas que se me abran, y si no se abre ninguna, en dos años estaremos juntas.
— Ánimo; resistencia es nuestro lema.
— Eres todo lo contrario a mis amigos, todos dicen que la olvide.
— Pero no hay razones para olvidarla si has sido feliz con ella.
— Pues si, pero ella quiere ser feliz con otra persona.
— Porque no se da cuenta de lo que tiene, de lo que tu le ofreces.
— Ojala se de cuenta pronto.
— Por eso seguirás a su lado, porque la quieres de verdad.
— Sí, solo que me va a ser muy duro ver como ella es feliz.
— Bueno, si sigues así con ella se dará cuenta.
— Lo malo es que ella está pasota conmigo.
— No importa, ella extrañará tu apoyo incondicional.
— Eso espero.
— Es mejor ir despacio pero seguro.
— ¿Aguantaré dos años? Ella es muy especial para mi. Yo no quiero que el fuego se apague.
— La verdad no se si aguantarás, eso es una prueba para ti.
— Si no aguanto, ella siempre será lo mejor que me pasó.
— Qué bueno que digas eso, eres muy diferentes a otras personas. Ya sabes, el que te diga que la olvides, pues tendrás que... No puedes olvidar lo que te hace o hizo feliz.

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