sábado, 29 de octubre de 2011

Promesas a la una de la madrugada.

Algún día, será sábado, estará lloviendo. Y estaremos en casa, en la cama, viendo pelis de amor, ñoñas. Llorando como imbéciles mientras comemos palomitas. Después de ver la peli nos miraremos con los mocos en la cara y empezaremos a reírnos con lágrimas alrededor y nos quedaremos dormidas entre sonrisas, soñando lo perfecto que es todo.

jueves, 27 de octubre de 2011

Memorias de un pasado no tan lejano.

Hola, soy tu yo de 16 años y unos cuantos meses. No sé la edad que tienes ahora, no sé qué sentirás, ni sabrás, pero ahora te tengo que contar algo: este año he vivido cosas increíbles e inimaginables. Cosas que nunca pensé sentir. He tenido totalmente lleno el corazón durante meses y he de recordarte que esa sensación es maravillosa. No sabes lo bien que se siente uno al amar y ser correspondido. No sé si lo habrás olvidado, si tendrás un nuevo amor, si tu corazón está vacío, llénalo. Es fantástico.

A día de hoy estoy enamorada de la mejor persona que he podido conocer, es todo lo que yo buscaba, y lo encontré. No es para mi, por ahora. No sé que será de mi en meses, solo estoy segura de algo, no voy a poder volver a querer a alguien así en lo que me queda de vida. Pero no importa ya que se que lo que viví fue real. Daría lo que fuera por volver a vivirlo todo. Uno no sabe lo realmente feliz que puede llegar a ser. Yo del futuro, hoy yo te digo con certeza de que no me equivoco de que luches por lo que quieres, por llenarle el corazón, porque te quiera, por vivir, porque si ya has dejado de hacerlo, te recuerdo que haciendo todo eso eras la persona más feliz sobre la tierra.

sábado, 22 de octubre de 2011

Érase una vez un Ángel Guardián (Vídeo)

De cielos lleno de nubes, nubes rosas, nubes de algodón y alguna que otra nube gris.

El cielo se ha apagado porque tú te has ido y has dejado de reflejarte en él.

Será como si nunca hubiese existido.

No sé por qué, no puedo entender por qué pasó. Y creo que eso es lo más difícil. Creo que es lo que más me cuesta asimilar. Tal vez si supiera por qué, todo sería más sencillo. No mucho más, pero quizás sí un poco.

Quizás entonces simular alegría no sería tan difícil. En ocasiones tengo que acordarme de sonreír, porque nada me causa gracia. Y de hablar, porque paso el día en silencio, en un silencio total y absoluto. Y tal vez sea porque no tengo nada que decir, porque estoy siempre envuelta en esta permanente neblina, como si no hubiera nada más allá. Y tal vez es sólo eso. Que para mí no hay nada más allá.

Hay días que tengo que recordarme quién soy.

Isabella Swan.

Vale, sí. ¿Y qué más? ¿Sólo soy eso? ¿Un nombre? Un nombre se puede olvidar, un nombre dentro de diez años puede no significar nada, puede ser sólo un recuerdo borroso. Isabella. O Bella. De cualquier forma… ¿cuál soy?¿Soy realmente la Bella que llegó desde Phoenix? ¿La que se entregó a Edward Cullen, descubriendo que era un vampiro, enamorándose?

¿O soy esta?

¿Soy realmente la que apenas es consciente de lo que hace? No sé si podría aceptarlo. No ahora. No me gusta sentirme así, como si fuera un alma en pena. Pero a veces, cuando intento salir de todo esto, es demasiado. El dolor, lo que hay fuera de este letargo… No podría soportarlo. Aunque peleara, no serviría de nada.

Y es que sólo soy una sombra de lo que fui. Charlie me observa, lo sé bien. Me observa y se entristece, mientras yo sólo puedo comprenderle. Comprenderle pero no hacer nada, porque no puedo.

Cada minuto y cada día es demasiado duro. Me cuesta seguir adelante. Es un esfuerzo casi titánico. Charlie dice que no puede ser tan duro. Lo murmura entre dientes cuando cree que no le oigo. Pero es que quizás yo no soy tan fuerte. Todo el mundo asume que yo puedo con esto, cuando yo sé que soy más débil de lo que todos piensan. Algún día mis fuerzas se irán, mi voluntad se quebrará y todo se derrumbará. Y no quisiera que fuera pronto

Algunas veces me sorprendo a mí misma. Nunca pensé que se me pasara por la cabeza la idea de marcharme, de volver a dejar sólo a Charlie cuando hace tan poco tiempo que me recuperó. Esas veces… pienso que no es justo. ¿Por qué tiene que soportarme¿Por qué tiene que preocuparse por mí de esta forma¿Cuánto tiempo soportará la situación?

¿Porque es mi padre?

Tal vez, o tal vez no. Tal vez ni siquiera eso le obligue a soportar bajo su mismo techo a una… una zombie. Porque yo lo intento, intento dejar de serlo, intento sonreír y sentirme feliz, estar alegre. Y no puedo.

De verdad que lo intento,lo intento con todas mis fuerzas. Intento respirar sin que me duela aquí, en el pecho, intento respirar sin que el agujero que llevo aquí dentro se haga más y más grande. Llevo semanas intentando vivir sin él, sin su rostro ni su mirada, sin saber que está cerca.

"Será como si nunca hubiese existido."

¿Tan ciego estaba¿Tan fácil le resultó fingir que creía en aquello¿O realmente creía? A veces pienso que jamás lo olvidaré, ese día, ese momento. Aparece en mis pesadillas, y cuando no son pesadillas también. Se fue. Ya está. Tengo que asumirlo¿no?

Supongo que tiene que haber una forma de seguir adelante, alguna manera de que todo vuelva a estar bien, de que yo vuelva a estar bien. Tiene que haberla. Quizás Charlie y Renée sean la clave, quizás deba pensar en ellos, luchar por ellos. Quizás eso sea todo.

Tengo que intentarlo, lucharé, aunque me duela cada parte de mi ser. Porque hay gente que sí me quiere, gente que no me utiliza hasta que se cansa, gente que piensa en mí, y cuyo amor y cariño no duele. Se merecen que lo haga por ellos, porque ellos quieren quemar el hielo que hay a mi alrededor.

Adiós Edward Cullen, adiós para siempre.

Bella

jueves, 20 de octubre de 2011

Hoy quiero ser ... III

Hoy quiero ser simple y básicamente lo que eramos antes. Quiero que sientas la misma ilusión, las mismas ganas y el mismo deseo del primer día. Quiero ser lo que éramos antes para mirarte fijamente, y que sonrías por vergüenza, para poder besarte, abrazarte. Sentir que me quieres poco, pero que me quieres. Sentir que te importo, que quieres que ria y que no llore, que quieres que te quiera a ti y a nadie más, que solo te mire a ti y nada me distraiga, que me eches de menos cuando no esté, que pienses en mi tanto como yo en ti, que me sueñes, que te guste, que intentes impresionarme y hacerme reir...

Delirios de NO esperanza.

Lo que tuvimos fue verdad. O eso quiero pensar, hay veces que, por muy cercano que esté, lo sientes todo tan lejano que llega el sentimiento de: ¿y si fue una ilusión, un sueño? ¿Y si realmente no soy yo la que ha vivido esto? Hay cosas en la vida que, por mucho que imaginemos, por mucho que divaguemos en los pensamientos, pensamos que nunca pasarán, hasta que pasan. Y en el momento en que pasan, días después de que eso pase, sea lo que sea, aún tienes la sensación de que es mentira, que no se ha acabado, que todo perdura. Te duele, te duele pensar que es así, que se ha acabado. Te duele admitirlo.

Pero hoy, has de saber, que cuando se cierra una puerta, se abre cientos de miles más. Quizás ahora pienses que no quieres nada más, que nadie más va a poder llenar el vacío que esa persona al irse te ha causado. Pero, he de decirte que sí, que de todo se sale, es más, encontrarás a alguien que llene tu vació y lo expanda.

Y si tu misión es olvidar, deja de hacerlo porque he de confesarte que nunca lo conseguirás. Si acaso, dejarás de recordar. No puedes olvidar lo que te hizo feliz, no puedes dejar de querer a quien amaste. Solo te acostumbrarás, te acostumbrarás a no expresar tus sentimientos, a que se apaguen aunque siempre vivan dentro de ti, te acostumbrarás a estar sin esa persona.

martes, 18 de octubre de 2011

Érase una vez un Ángel Guardián...

Érase una vez un Ángel Guardián que vivió siempre solo. Un día se encontró a una Princesa con un corazón roto y rojo. La Princesa llevaba mucho tiempo sin sonreír ya que su corazón había sido hecho añicos por otro corazón negro. El Ángel Guardián fue atraído por aquella princesa y se propuso a sí mismo que volvería hacerla sonreír. Pasó mucho tiempo y el Ángel Guardián intentaba cuidar de la Princesa. El Ángel Guardián fue pegando minuciosamente pedazo por pedazo el corazón roto de aquella Princesa. Hasta que, un día, la Princesa, atraída por la atención del Ángel Guardián, empezó a sonreír.

El Ángel Guardián y la Princesa al poco tiempo se hicieron inseparables. Pasaron mu cho tiempo juntos y vivieron cosas únicas e imposibles de olvidar. Eran el uno para el otro. La Princesa le prometió al Ángel Guardián que nunca le dejaría y así, nació entre ellos el amor. El Ángel Guardián todas las noches, antes de dormir, sonreía pensando en la bella Princesa. Pasaron la primavera y el verano juntos entre risas y abrazos. El Ángel Guardián llegó a rozar la felicidad con la yema de los dedos. Juró amor infinito a la Princesa. Ella, consiguió volver a tener todos los pedazos de su corazón unidos y por fin, otra vez, ese corazón volvió a latir con la misma fuerza y energía que siempre lo hizo. El Ángel Guardián se enamoró de la princesa.

Pero llegó el otoño y la princesa le confesó al Ángel Guardián que realmente, ella seguía enamorada del corazón negro. Entonces, el Ángel Guardián quedó con el corazón destrozado, su corazón fue partido en infinitos pedazos. Aunque el Ángel Guardián intentaba recuperar a la princesa, cada día se fueron distanciando más. El Ángel Guardián sufría diariamente por la frialdad de la que fue y siempre será su princesa. Por todas las noches que el Ángel Guardián sustituyó su antigua y rutinaria sonrisa por lágrimas y llantos en silencio, una pluma caía de sus alas. Hasta que sus alas quedaron totalmente sin pluma alguna. Entonces, el Ángel Guardián dejó de poder volar y soñar. Algunas de esas plumas vagan por la calle, pero otras quedaron guardadas en el fondo del corazón que fue pegado trozo por trozo por el Ángel Guardián y el corazón de la Princesa quedó con una gran grieta en el medio.

Y así, al Ángel Guardián nadie pudo recomponerle su corazón. Y el Ángel Guardián dejó de cuidar de su princesa porque siquiera podía hacerlo de sí mismo. La Princesa y el corazón negro fueron felices y el Ángel Guardián quedó solo, como antes, recordando a la Princesa que un día le llenó el corazón completamente. Solo hasta día de hoy.

De verdades universales VII

Pasamos un día de ser almas gemelas, de que nos dijéramos te quiero a cada segundo a nada tan rápido. Y el siguiente día tan fría, tan distante, tan seca, tan poquísimo amor. No se como pudo cambiar en horas, o nunca fue verdad nada. O quizás, en alguna caja fuerte dentro de tu corazón guardes todas esas cosas que te faltaron decirme, que aún tienen vida, pero que, poco a poco, van muriendo. O quizás, más probable que todo lo anterior, ninguna caja fuerte ha existido, ni nada en realidad tuvo vida.

Bonne nuit.

Echo de menos aquella personita tan grande que siempre estaba ahí, para alegrarte, para decirte cuánto vales, para decirte cuánto te quería y así, hacerte sentir bien. Echo de menos el saber que en cualquier momento del día, sea cuando sea, siempre hay alguien para mi. Extraño el pensar que, en este mismo instante, yo estaría pensando en ti y, probablemente, tú también en mi. Añoro las intriga, los deseos y los planes compartidos. Echo de menos tu risa, tu sonrisa y formar parte y ser razón de ella.
Podría enumerarte las mil y una razones que echo de menos, pero puedo resumir todo diciendo que te echo de menos, a ti, a tu esencia, a tu otro yo que es, y siempre será, tu otro yo mio.
Yo, ahora, hoy, no te conozco.

lunes, 17 de octubre de 2011

Para que no me olvides VII

De buenos días princesa al oído todas tus mañanas.

Para que no me olvides VI

Érase una vez un Ángel Guardián...

miércoles, 12 de octubre de 2011

Hoy quiero ser ... II

Hoy quiero ser... quiero ser un sueño tuyo. Un sueño de una noche, un sueño que recuerdes por la mañana y al recordarlo, sonrías. Un sueño que no sea muy largo, pero no tan corto. Un sueño que te haga recordar lo que vivimos, los nervios, los besos, los abrazos, las risas. Un sueño que te haga sentir mis abrazos. Un sueño que te recuerde mi olor. Quiero ser el sueño que te haga pensar todo lo que me quisiste. Quiero que sueñes conmigo. Quiero convertirme en un sueño para, así, intentar hacer revivir todo el verano. Quiero ser sueño para recordarte los primeros días, las ilusiones, los temores, la confianza nacida de la nada. Quiero ser un sueño para recordarte cuando te dije: y es que es como si nos conociéramos de antes. Hoy quiero ser un sueño para que, al menos, durante minutos, pueda saber que piensas en mí y controlar lo que pienses. Porque si puedo elegir, no quiero ser un sueño de una noche, no quiero ser un sueño literalmente, quiero ser tu sueño general, el sueño de tu vida. Pero, he de decirte que hoy, te quiero y que me conformo con ser el sueño de una noche.

Para que no me olvides V

Y estrujarte hasta que salga liquidillo.

Monólogos sin más.

— Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te amo. Hay gente que dice que no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde. Pero eso es mentira. Porque yo me he llevado todos los días de mi vida diciendo lo feliz que era, y tú estás de testigo. Volveré a recuperar esa felicidad. No tengo por qué olvidar lo que me hizo o hace feliz. Porque si la felicidad completa y total es posible conseguirse, yo la rocé con la yema de los dedos. Al menos tengo una ilusión para levantarme por las mañanas, a pesar de la mala hostia que me entra al pensar que la he perdido, que ya no se levanta pensando en mi, pero luego, a los cinco minutos refliexiono y digo: ¡coño!, hoy tengo que ser fuerte para conquistar lo que es mio, para ser su amiga, para hacer que me quiera.

Aunque llega la noche y empiezo a imaginar, y no puedo dormir, y lloro hasta que me duermo y así repetidas veces... Me duele tanto la distancia. Le quiero tanto, tanto como nadie podrá hacerlo. Le adoro, es mi centro, mi ídolo. Es todo lo que cuentan las películas románticas. Lo que cuentan los libros de amor, ese sentimiento que pensamos que en el fondo, no existe; pero que cuando lo sentimos decimos: ahí va... Es todo lo que una persona busca en su vida, y yo lo he encontrado, y no es mio, pero no me rendiré. Amo cada sonrisa suya, cada suspiro, adoro todos los te quiero que me dijo. Quizás para el mundo no sea perfecta, pero para mí lo es.

martes, 11 de octubre de 2011

De verdades universales VI

Si supieras cuántas noches he llorado por ti, no me llegarías a creer.

Para que no me olvides IV

Sus pies son to friends.

De locuras varias.

Hoy he abierto una puerta y he recordado su olor, ¿me estaré volviendo loca?

lunes, 10 de octubre de 2011

Momentos de esperanza.

— Cuando uno quiere a alguien lucha por esa persona que tanto quiere.
— Yo fui su amiga, su pañuelo de lágrimas, y así volveré a ser.
— Sigue así como siempre has sido.
— Supongo que es la forma de poder recuperarla. Volveré a ser su amiga, y dentro de unos años estaremos juntas. Pero he de decir que en dos años no voy a cerrar puertas que se me abran, y si no se abre ninguna, en dos años estaremos juntas.
— Ánimo; resistencia es nuestro lema.
— Eres todo lo contrario a mis amigos, todos dicen que la olvide.
— Pero no hay razones para olvidarla si has sido feliz con ella.
— Pues si, pero ella quiere ser feliz con otra persona.
— Porque no se da cuenta de lo que tiene, de lo que tu le ofreces.
— Ojala se de cuenta pronto.
— Por eso seguirás a su lado, porque la quieres de verdad.
— Sí, solo que me va a ser muy duro ver como ella es feliz.
— Bueno, si sigues así con ella se dará cuenta.
— Lo malo es que ella está pasota conmigo.
— No importa, ella extrañará tu apoyo incondicional.
— Eso espero.
— Es mejor ir despacio pero seguro.
— ¿Aguantaré dos años? Ella es muy especial para mi. Yo no quiero que el fuego se apague.
— La verdad no se si aguantarás, eso es una prueba para ti.
— Si no aguanto, ella siempre será lo mejor que me pasó.
— Qué bueno que digas eso, eres muy diferentes a otras personas. Ya sabes, el que te diga que la olvides, pues tendrás que... No puedes olvidar lo que te hace o hizo feliz.

Ella es lo que pasa.

- Ains!
- ¿Qué pasa?
- Ains...
- ¡¿Qué pasa?!
- Ella me pasa...

domingo, 9 de octubre de 2011

Hoy quiero ser ... I

Hoy quiero ser almohada, para acariciar tu cara, para recoger tus lágrimas, para compartir tus sueños y para poder estar toda la noche contigo. Hoy quiero ser almohada para acariciar tu nuca, para recorrer tus pensamientos, para oler tu pelo.

Para que no me olvides III

¿Sabes qué es lo mejor? Que nunca nadie jamás podrá quitarme lo que sentí, lo que viví. Ni lo bien que me lo pasé y que todo fue real. Y eso siempre quedará dentro de mi.

De verdades universales V

Soy imbécil.

De verdades universales IV

La felicidad es tan efímera.

sábado, 8 de octubre de 2011

Inspiración en tiempos de sequía.

Y terminé aprendiendo y acostumbrándome a que no me esperarás. Me acostumbré a que no te importara. Aprendí que no me querías, que no pensarías en mí. Me acostumbré a que no me dijeras te quiero. Empecé a asumir que nunca más te besaría, que jamás te abrazaría. Y aún así te seguí queriendo.

De verdades universales III

Y quedarte dormida mientras lloras, levantarte con la sensación de que lo has perdido; de que todo ha cambiado y yo, todavía no lo sé. Esa sensación que es un pozo sin fondo dentro de ti.

A lo peor.

La vida está hecha de tal manera que cuando más feliz seas, esa felicidad, en un futuro, te la arrebatarán y será sustituida por un dolor el doble de grande que la felicidad que antes tenías.

viernes, 7 de octubre de 2011

martes, 4 de octubre de 2011

Cosas que dicen.

Me han dicho que el mundo sigue. Yo se que sigue. El mundo sigue girando a esa gran velocidad mientras yo me he bajado de él y me he anclado en el suelo, me he parado y me he despedido con la mano. Ese mundo de lágrimas, risas, reproches, mentiras y besos que va demasiado rápido para mi. Y es que ya somos tantos los que nos hemos bajado del mundo.

lunes, 3 de octubre de 2011

Para que no me olvides II

De besos de mis labios empaquetados y lanzados con flecha hacia tu corazón. De besos bajo la almohada. De besos caídos del techo de mi cuarto.

De verdades universales I

Te quiero.

domingo, 2 de octubre de 2011

Para que no me olvides. I

Princesa de mi cuento de hadas. Reina de mi corazón. Sueño cumplido. Perfecta sinfonia.

sábado, 1 de octubre de 2011

Veintitrés, adiós.

Que si no lloro no es porque no quiera, si no porque no me quedan lágrimas en los ojos. Y es que hoy mi corazón está de luto.