sábado, 29 de octubre de 2011
Promesas a la una de la madrugada.
jueves, 27 de octubre de 2011
Memorias de un pasado no tan lejano.
sábado, 22 de octubre de 2011
De cielos lleno de nubes, nubes rosas, nubes de algodón y alguna que otra nube gris.
Será como si nunca hubiese existido.
No sé por qué, no puedo entender por qué pasó. Y creo que eso es lo más difícil. Creo que es lo que más me cuesta asimilar. Tal vez si supiera por qué, todo sería más sencillo. No mucho más, pero quizás sí un poco.
Quizás entonces simular alegría no sería tan difícil. En ocasiones tengo que acordarme de sonreír, porque nada me causa gracia. Y de hablar, porque paso el día en silencio, en un silencio total y absoluto. Y tal vez sea porque no tengo nada que decir, porque estoy siempre envuelta en esta permanente neblina, como si no hubiera nada más allá. Y tal vez es sólo eso. Que para mí no hay nada más allá.
Hay días que tengo que recordarme quién soy.
Isabella Swan.
Vale, sí. ¿Y qué más? ¿Sólo soy eso? ¿Un nombre? Un nombre se puede olvidar, un nombre dentro de diez años puede no significar nada, puede ser sólo un recuerdo borroso. Isabella. O Bella. De cualquier forma… ¿cuál soy?¿Soy realmente la Bella que llegó desde Phoenix? ¿La que se entregó a Edward Cullen, descubriendo que era un vampiro, enamorándose?
¿O soy esta?
¿Soy realmente la que apenas es consciente de lo que hace? No sé si podría aceptarlo. No ahora. No me gusta sentirme así, como si fuera un alma en pena. Pero a veces, cuando intento salir de todo esto, es demasiado. El dolor, lo que hay fuera de este letargo… No podría soportarlo. Aunque peleara, no serviría de nada.
Y es que sólo soy una sombra de lo que fui. Charlie me observa, lo sé bien. Me observa y se entristece, mientras yo sólo puedo comprenderle. Comprenderle pero no hacer nada, porque no puedo.
Cada minuto y cada día es demasiado duro. Me cuesta seguir adelante. Es un esfuerzo casi titánico. Charlie dice que no puede ser tan duro. Lo murmura entre dientes cuando cree que no le oigo. Pero es que quizás yo no soy tan fuerte. Todo el mundo asume que yo puedo con esto, cuando yo sé que soy más débil de lo que todos piensan. Algún día mis fuerzas se irán, mi voluntad se quebrará y todo se derrumbará. Y no quisiera que fuera pronto
Algunas veces me sorprendo a mí misma. Nunca pensé que se me pasara por la cabeza la idea de marcharme, de volver a dejar sólo a Charlie cuando hace tan poco tiempo que me recuperó. Esas veces… pienso que no es justo. ¿Por qué tiene que soportarme¿Por qué tiene que preocuparse por mí de esta forma¿Cuánto tiempo soportará la situación?
¿Porque es mi padre?
Tal vez, o tal vez no. Tal vez ni siquiera eso le obligue a soportar bajo su mismo techo a una… una zombie. Porque yo lo intento, intento dejar de serlo, intento sonreír y sentirme feliz, estar alegre. Y no puedo.
De verdad que lo intento,lo intento con todas mis fuerzas. Intento respirar sin que me duela aquí, en el pecho, intento respirar sin que el agujero que llevo aquí dentro se haga más y más grande. Llevo semanas intentando vivir sin él, sin su rostro ni su mirada, sin saber que está cerca.
"Será como si nunca hubiese existido."
¿Tan ciego estaba¿Tan fácil le resultó fingir que creía en aquello¿O realmente creía? A veces pienso que jamás lo olvidaré, ese día, ese momento. Aparece en mis pesadillas, y cuando no son pesadillas también. Se fue. Ya está. Tengo que asumirlo¿no?
Supongo que tiene que haber una forma de seguir adelante, alguna manera de que todo vuelva a estar bien, de que yo vuelva a estar bien. Tiene que haberla. Quizás Charlie y Renée sean la clave, quizás deba pensar en ellos, luchar por ellos. Quizás eso sea todo.
Tengo que intentarlo, lucharé, aunque me duela cada parte de mi ser. Porque hay gente que sí me quiere, gente que no me utiliza hasta que se cansa, gente que piensa en mí, y cuyo amor y cariño no duele. Se merecen que lo haga por ellos, porque ellos quieren quemar el hielo que hay a mi alrededor.
Adiós Edward Cullen, adiós para siempre.
Bella
jueves, 20 de octubre de 2011
Hoy quiero ser ... III
Delirios de NO esperanza.
Pero hoy, has de saber, que cuando se cierra una puerta, se abre cientos de miles más. Quizás ahora pienses que no quieres nada más, que nadie más va a poder llenar el vacío que esa persona al irse te ha causado. Pero, he de decirte que sí, que de todo se sale, es más, encontrarás a alguien que llene tu vació y lo expanda.
Y si tu misión es olvidar, deja de hacerlo porque he de confesarte que nunca lo conseguirás. Si acaso, dejarás de recordar. No puedes olvidar lo que te hizo feliz, no puedes dejar de querer a quien amaste. Solo te acostumbrarás, te acostumbrarás a no expresar tus sentimientos, a que se apaguen aunque siempre vivan dentro de ti, te acostumbrarás a estar sin esa persona.
martes, 18 de octubre de 2011
Érase una vez un Ángel Guardián...
El Ángel Guardián y la Princesa al poco tiempo se hicieron inseparables. Pasaron mu cho tiempo juntos y vivieron cosas únicas e imposibles de olvidar. Eran el uno para el otro. La Princesa le prometió al Ángel Guardián que nunca le dejaría y así, nació entre ellos el amor. El Ángel Guardián todas las noches, antes de dormir, sonreía pensando en la bella Princesa. Pasaron la primavera y el verano juntos entre risas y abrazos. El Ángel Guardián llegó a rozar la felicidad con la yema de los dedos. Juró amor infinito a la Princesa. Ella, consiguió volver a tener todos los pedazos de su corazón unidos y por fin, otra vez, ese corazón volvió a latir con la misma fuerza y energía que siempre lo hizo. El Ángel Guardián se enamoró de la princesa.
Pero llegó el otoño y la princesa le confesó al Ángel Guardián que realmente, ella seguía enamorada del corazón negro. Entonces, el Ángel Guardián quedó con el corazón destrozado, su corazón fue partido en infinitos pedazos. Aunque el Ángel Guardián intentaba recuperar a la princesa, cada día se fueron distanciando más. El Ángel Guardián sufría diariamente por la frialdad de la que fue y siempre será su princesa. Por todas las noches que el Ángel Guardián sustituyó su antigua y rutinaria sonrisa por lágrimas y llantos en silencio, una pluma caía de sus alas. Hasta que sus alas quedaron totalmente sin pluma alguna. Entonces, el Ángel Guardián dejó de poder volar y soñar. Algunas de esas plumas vagan por la calle, pero otras quedaron guardadas en el fondo del corazón que fue pegado trozo por trozo por el Ángel Guardián y el corazón de la Princesa quedó con una gran grieta en el medio.
Y así, al Ángel Guardián nadie pudo recomponerle su corazón. Y el Ángel Guardián dejó de cuidar de su princesa porque siquiera podía hacerlo de sí mismo. La Princesa y el corazón negro fueron felices y el Ángel Guardián quedó solo, como antes, recordando a la Princesa que un día le llenó el corazón completamente. Solo hasta día de hoy.
De verdades universales VII
Pasamos un día de ser almas gemelas, de que nos dijéramos te quiero a cada segundo a nada tan rápido. Y el siguiente día tan fría, tan distante, tan seca, tan poquísimo amor. No se como pudo cambiar en horas, o nunca fue verdad nada. O quizás, en alguna caja fuerte dentro de tu corazón guardes todas esas cosas que te faltaron decirme, que aún tienen vida, pero que, poco a poco, van muriendo. O quizás, más probable que todo lo anterior, ninguna caja fuerte ha existido, ni nada en realidad tuvo vida.
Bonne nuit.
Podría enumerarte las mil y una razones que echo de menos, pero puedo resumir todo diciendo que te echo de menos, a ti, a tu esencia, a tu otro yo que es, y siempre será, tu otro yo mio.
Yo, ahora, hoy, no te conozco.
lunes, 17 de octubre de 2011
Para que no me olvides VII
Para que no me olvides VI
miércoles, 12 de octubre de 2011
Hoy quiero ser ... II
Para que no me olvides V
Monólogos sin más.
Aunque llega la noche y empiezo a imaginar, y no puedo dormir, y lloro hasta que me duermo y así repetidas veces... Me duele tanto la distancia. Le quiero tanto, tanto como nadie podrá hacerlo. Le adoro, es mi centro, mi ídolo. Es todo lo que cuentan las películas románticas. Lo que cuentan los libros de amor, ese sentimiento que pensamos que en el fondo, no existe; pero que cuando lo sentimos decimos: ahí va... Es todo lo que una persona busca en su vida, y yo lo he encontrado, y no es mio, pero no me rendiré. Amo cada sonrisa suya, cada suspiro, adoro todos los te quiero que me dijo. Quizás para el mundo no sea perfecta, pero para mí lo es.
martes, 11 de octubre de 2011
De verdades universales VI
Para que no me olvides IV
lunes, 10 de octubre de 2011
Momentos de esperanza.
— Yo fui su amiga, su pañuelo de lágrimas, y así volveré a ser.
— Sigue así como siempre has sido.
— Supongo que es la forma de poder recuperarla. Volveré a ser su amiga, y dentro de unos años estaremos juntas. Pero he de decir que en dos años no voy a cerrar puertas que se me abran, y si no se abre ninguna, en dos años estaremos juntas.
— Ánimo; resistencia es nuestro lema.
— Eres todo lo contrario a mis amigos, todos dicen que la olvide.
— Pero no hay razones para olvidarla si has sido feliz con ella.
— Pues si, pero ella quiere ser feliz con otra persona.
— Porque no se da cuenta de lo que tiene, de lo que tu le ofreces.
— Ojala se de cuenta pronto.
— Por eso seguirás a su lado, porque la quieres de verdad.
— Sí, solo que me va a ser muy duro ver como ella es feliz.
— Bueno, si sigues así con ella se dará cuenta.
— Lo malo es que ella está pasota conmigo.
— No importa, ella extrañará tu apoyo incondicional.
— Eso espero.
— Es mejor ir despacio pero seguro.
— ¿Aguantaré dos años? Ella es muy especial para mi. Yo no quiero que el fuego se apague.
— La verdad no se si aguantarás, eso es una prueba para ti.
— Si no aguanto, ella siempre será lo mejor que me pasó.
— Qué bueno que digas eso, eres muy diferentes a otras personas. Ya sabes, el que te diga que la olvides, pues tendrás que... No puedes olvidar lo que te hace o hizo feliz.