sábado, 22 de octubre de 2011

Será como si nunca hubiese existido.

No sé por qué, no puedo entender por qué pasó. Y creo que eso es lo más difícil. Creo que es lo que más me cuesta asimilar. Tal vez si supiera por qué, todo sería más sencillo. No mucho más, pero quizás sí un poco.

Quizás entonces simular alegría no sería tan difícil. En ocasiones tengo que acordarme de sonreír, porque nada me causa gracia. Y de hablar, porque paso el día en silencio, en un silencio total y absoluto. Y tal vez sea porque no tengo nada que decir, porque estoy siempre envuelta en esta permanente neblina, como si no hubiera nada más allá. Y tal vez es sólo eso. Que para mí no hay nada más allá.

Hay días que tengo que recordarme quién soy.

Isabella Swan.

Vale, sí. ¿Y qué más? ¿Sólo soy eso? ¿Un nombre? Un nombre se puede olvidar, un nombre dentro de diez años puede no significar nada, puede ser sólo un recuerdo borroso. Isabella. O Bella. De cualquier forma… ¿cuál soy?¿Soy realmente la Bella que llegó desde Phoenix? ¿La que se entregó a Edward Cullen, descubriendo que era un vampiro, enamorándose?

¿O soy esta?

¿Soy realmente la que apenas es consciente de lo que hace? No sé si podría aceptarlo. No ahora. No me gusta sentirme así, como si fuera un alma en pena. Pero a veces, cuando intento salir de todo esto, es demasiado. El dolor, lo que hay fuera de este letargo… No podría soportarlo. Aunque peleara, no serviría de nada.

Y es que sólo soy una sombra de lo que fui. Charlie me observa, lo sé bien. Me observa y se entristece, mientras yo sólo puedo comprenderle. Comprenderle pero no hacer nada, porque no puedo.

Cada minuto y cada día es demasiado duro. Me cuesta seguir adelante. Es un esfuerzo casi titánico. Charlie dice que no puede ser tan duro. Lo murmura entre dientes cuando cree que no le oigo. Pero es que quizás yo no soy tan fuerte. Todo el mundo asume que yo puedo con esto, cuando yo sé que soy más débil de lo que todos piensan. Algún día mis fuerzas se irán, mi voluntad se quebrará y todo se derrumbará. Y no quisiera que fuera pronto

Algunas veces me sorprendo a mí misma. Nunca pensé que se me pasara por la cabeza la idea de marcharme, de volver a dejar sólo a Charlie cuando hace tan poco tiempo que me recuperó. Esas veces… pienso que no es justo. ¿Por qué tiene que soportarme¿Por qué tiene que preocuparse por mí de esta forma¿Cuánto tiempo soportará la situación?

¿Porque es mi padre?

Tal vez, o tal vez no. Tal vez ni siquiera eso le obligue a soportar bajo su mismo techo a una… una zombie. Porque yo lo intento, intento dejar de serlo, intento sonreír y sentirme feliz, estar alegre. Y no puedo.

De verdad que lo intento,lo intento con todas mis fuerzas. Intento respirar sin que me duela aquí, en el pecho, intento respirar sin que el agujero que llevo aquí dentro se haga más y más grande. Llevo semanas intentando vivir sin él, sin su rostro ni su mirada, sin saber que está cerca.

"Será como si nunca hubiese existido."

¿Tan ciego estaba¿Tan fácil le resultó fingir que creía en aquello¿O realmente creía? A veces pienso que jamás lo olvidaré, ese día, ese momento. Aparece en mis pesadillas, y cuando no son pesadillas también. Se fue. Ya está. Tengo que asumirlo¿no?

Supongo que tiene que haber una forma de seguir adelante, alguna manera de que todo vuelva a estar bien, de que yo vuelva a estar bien. Tiene que haberla. Quizás Charlie y Renée sean la clave, quizás deba pensar en ellos, luchar por ellos. Quizás eso sea todo.

Tengo que intentarlo, lucharé, aunque me duela cada parte de mi ser. Porque hay gente que sí me quiere, gente que no me utiliza hasta que se cansa, gente que piensa en mí, y cuyo amor y cariño no duele. Se merecen que lo haga por ellos, porque ellos quieren quemar el hielo que hay a mi alrededor.

Adiós Edward Cullen, adiós para siempre.

Bella

No hay comentarios:

Publicar un comentario