miércoles, 28 de diciembre de 2011

Pequeños placeres de la vida VII

Reír tanto que se te escapen las lágrimas.

viernes, 23 de diciembre de 2011

A tiempos desnivelados.

Yo nunca te voy a dar peces, yo te enseñaré a pescar. Nunca te daré frutas, ya que te enseñaré a cultivar. Nunca te daré animales, te enseñaré las hazañas del ganado para que así, cuando yo no esté, sepas vivir sin mí.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Y así sucesivamente

Que yo me ria y tú te rías. Que yo me vuelva a reír, que tu lo vuelvas a hacer y que nos riamos mutuamente.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Risas que te sacan sonrisas.

Quiero estar tan cerca de ti que llegue un momento en el que tu piel me empiece a quemar, que el aire que yo inhale sea el que tu exhales, y que no pueda ver otra cosa que no sean tus ojos mirando los míos y, los mismos ojos míos, reflejando tu sonrisa.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Pequeños placeres de la vida VI

Cantar bajo la ducha y creer que lo haces bien.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Pequeños placeres de la vida V

Que el Sol se esconda para dejar paso a la Luna a poder contemplar nuestros besos.


martes, 13 de diciembre de 2011

Pequeños placeres de la vida IV

Recordar momentos del pasado y no poder evitar sonreír. Gracias por todas aquellas personas que hoy hacen que recuerde esos pequeñísimos e insignificantes momentos, que me sacan esas pequeñas pero tan importantes sonrisas.

El ciclo de tu corazón.

Querido desconocido, hoy, voy a contarte un secreto. La vida se compone de muchas cosas y, cada cosa, está compuesta por fases. ¿Has sentido alguna vez el revolotear de cierto ser en tu estómago al ver, hablar, oler, sentir a algo o a alguien? Pues bien, sí, mi querido incrédulo, esos son mariposas. Las famosas mariposas que se forman en el estómago. Si te soy sincera, yo tampoco lo entiendo, solo se una cosa:

Esas mariposas crecen dentro de ti y duran, ya te digo que si duran... Pero no son inmortales, quiero decir, un día, dejarás de sentirlas. Se que es triste, pero es así. Sin embargo querido desconocido, no te apenes. Esas mariposas nacen, crecen, se REPRODUCEN y mueren. He de decirte que dentro de ti habitan ciertos gusanos de seda, gusanos que un día se convertirán en capullos, en el mejor sentido de la palabra, de los cuales nacerán de nuevo esas mariposas.

¿Qué tienes que hacer para que se conviertan en mariposas? Por muy a cliché que te suene: tiempo. Todo llega y, si no llega, ¿para qué seguir los clichés? Sal a buscarlo. Hay miles de personas que pueden fabricar cientos, miles de mariposas más que aquella persona que desapareció de tu vida.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Conversaciones varias XVII

— Antes cuando éramos uno solamente, tú y yo, no escribías tantas cosas sobre mí. Ninguna, sin embargo, ahora tienes montones de textos.
— Será que solo me sale escribir las cosas malas... Quizás antes, cuando me pedías y me decías que te gustaría que te escribiera cosas así, es que no tenía nada que decir, nada que mostrar, cuando todo lo que sentía te lo expresaba. Sin embargo, ahora tengo tantas cosas que decirte, tantos te quiero que se han quedado sin decir, que mis palabras mutan y, pues aquí tienes el resultado, palabras y palabras llenas de amargura.
— Tranquilo, un día, cuando menos te lo esperes, no tendrás más motivos para volver a escribir aquí, ya que podrás decir todos tus te quiero.

Pequeños placeres de la vida III

Ser el motivo de su risa y de sus sonrisas.


domingo, 11 de diciembre de 2011

Pequeños placeres de la vida II

Despertarte al lado de la persona con la que quieres pasar el resto de tus días.


sábado, 10 de diciembre de 2011

Conversaciones varias XVI

— ¿Sabes? Nunca pensé que te diría esto, pero, me alegro de que te vaya bien. Me hace feliz que tú seas feliz. Me alegra saber que todo te va bien, que tu vida sigue igual o mejor sin mí. Pensé que nunca diría esto pero, me alegro de que tu corazón tenga motivos para latir más rápido, motivos que no sean el que me acerque a tus labios. Me satisface el saber que tienes un motivo para levantarte, aunque yo no sea aquel motivo, que sonríes al pensar en alguien y que al escuchar una canción de amor recuerdas a alguien, ese mismo alguien que te hace sonreír.

No sabes cuánto me alegro. Me hace feliz que tengas planes para el futuro. Aunque yo tuviera otros para ti. Pido a quien sea que nunca entiendas esas letras de esas canciones que has escuchado a las cuales no encuentras sentido, las cuales te hacen llorar. He acabado entendiendo que te quiero demasiado como para haberte deseado alguna vez algún mal, que te quiero tanto, que si eres feliz, me da igual que yo no aparezca en tu vida. Me gusta saber que alguien hace que se te erice la piel, que hay alguien que cuida de ti, quizás no tan bien como yo, y que intentas llegar antes a algún lugar desconocido. Llámame egocéntrica, pero gracias por hacerme ser tan buena persona que sea feliz, solo y simplemente, sin añadir nada más, que si tu también lo eres.

— Yo, lastimosamente, solo te puedo dar gracias por una cosa.
— ¿Por cuál?
— Por haber desaparecido de mi vida. Gracias por no dejar huella y por no causar ningún efecto de amor en mi. Sinceramente, si te hubiera querido de verdad, nunca habría soportado ver lo mal que lo pasaste por mi.
— No hay de qué, ha sido un placer.
— Hasta nunca.

Pequeños placeres de la vida I


Sentarse con las piernas en forma de indio.



viernes, 2 de diciembre de 2011

Bienvenido Diciembre

Mi querida razón, he de confesarte que tus labios se me asemejan a un lago en medio del desierto, tan deseado y tan inalcanzable. Tengo una loca manía de unir tu boca con la mía. Y es que te he besado tantas veces en mi mente que ya es lo habitual. No logro expresar el deseo que provocan tus labios en mí. Si se me pidiera describir tu boca, lo único que podría decir es que es hipnótica, adictiva... Y con esto solo quiero decirte que no te asustes si un día de imprevisto tiendo a unir tu boca con la mía, entiende que es una simple manía.