sábado, 8 de octubre de 2011

Inspiración en tiempos de sequía.

Y terminé aprendiendo y acostumbrándome a que no me esperarás. Me acostumbré a que no te importara. Aprendí que no me querías, que no pensarías en mí. Me acostumbré a que no me dijeras te quiero. Empecé a asumir que nunca más te besaría, que jamás te abrazaría. Y aún así te seguí queriendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario