sábado, 11 de septiembre de 2010

Querido Sol particular.

Te escribo esta queja para expresar mi disgusto y mi descontento. Reclamo la luz que reflejabas hace meses, sin ella nada tiene color y solo veo oscuridad. Reclamo tu calor ya que sin él me voy congelando cada día un poco más, hasta llegar al punto en que puede que no haya una célula con vida en mi cuerpo. Exijo tu intensidad, ya que con ella todo es positivo, ya que con ella mi último segundo de vida, sería el mejor último segundo de vida de todos los existentes habidos y los que queden por existir. Reclamo todo lo bueno, y lo malo, que me diste anteriormente, ya que acostumbrarse a lo mejor, para luego perderlo entra en la categoría de lo cruel. Y, aunque parezca raro, también reclamo lo malo, ya que me encantan tus fallos.

Y con esto y sin nada más, me despido de ti, querido sol particular.

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