jueves, 24 de noviembre de 2011

Tú y tus días grises.

¿No has tenido alguna vez la certeza de que eso o ese alguien siempre estaría ahí? Que nunca te fallaría. Pensabas que nunca desaparecería. Y no es que no lo valoraras, sí que lo valorabas, pero nunca pensaste en perderlo.

Creíste que sería así siempre; y no lo fue. Ese alguien o ese algo desapareció, se esfumó. Todo se fue a la mierda, tu vida, tu ciudad mental se derrumbó, tu vida perfecta, de ensueño... Todo aquello bueno que tenías fue destruido, aniquilado, y ahora, no te queda nada, no eres nadie, no tienes metas ni razones para hacer nada. Todo provoca tanta nostalgia, todo. Cuando creías que nada podría ir a peor, toma, ahí tienes a la vida, que creía que le estabas echando un pulso diciendo que no habría nada peor; pues sí que hay.

Pero si esto te está pasando, no seas imbécil pasándote tus días lamentándote de lo que perdiste. Lucha. Recupera lo perdido y, si no puedes, crea tu nueva vida. Recomponte. Porque ahí tirado, no conseguirás nada. Las cosas no vuelven ni aparecen porque sí. Tienes que salir a buscarlas. Y recuerda, si antes estabas mejor, si conseguiste tus metas pero las perdiste, recuerda esto: ahora, puedes volver a hacerlo.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Siéntete identificado.

¿No te ha pasado alguna vez que crees que nada tiene sentido? Tienes tanta gente alrededor y te sientes tan solo, por muchos consejos que te dan, ninguno te sirve, no crees en nada ni nadie. Te pasas tu tiempo recordando, llenando tu vida de nostalgia, añorando tiempos mejores. Nadie sabe el sufrimiento que tienes ni como le echas de menos. Tú sabes que jamás, nunca, nadie ha tenido ese agujero infinito que ahora tú tienes en tu corazón. Pocas personas han probado sus te quiero, ni se han hecho esclavos de sus besos. Sabes que por mucho que te marticilices maldiciendo tus errores y rogandole a dioses, espíritus y demás cuerpos inexistentes que puedas volver al pasado y cambiar las cosas, no puedes. Nadie tiene la razón, solo tú.

Si tú te sientes así, se que por mucho que te diga no harás caso, ni ceerás en nada. Solo puedo decirte que todo va a salir bien. Si tienes problemas, piensa una solución y llévala a cabo y, si no tiene, olvídate. De nada sirve lamentarse por algo que no tiene solución. Querido desconocido, no hace falta que olvides el pasado, pero tampoco que hagas de ello tu presente; haz que cada vez que lo recuerdes, en vez de una lágrima, aparezca una sonrisa, por todos aquellos buenos momentos, por lo que le quisiste, por lo que te quiso. Disfruta del hoy, porque nadie sabe qué pasará mañana.

Atentamente; la felicidad que tenías, que echa de menos tu sonrisa.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

¿Amamos la jaula o su contenido?

El tú del que yo me enamoré no es el tú de ahora. Me enamoré de un alma, o llámalo como quieras, se hospedó en su cuerpo y con su sonrisa consiguió que todas y cada una de las partes de mi cuerpo se estremecieran de tan elevada felicidad. El tú del que yo me enamoré me quiso y me querrá para siempre, y prometió ser incapaz de hacerme daño. Ese viajero que pasó por la cárcel de tu cuerpo, donde ahora habita alguien que no logro conocer, el viajero que pasó meses conmigo, desprendía tal amor y afecto que ni el adjetivo más hermoso lo definiría.

A veces pienso que todo fue producto de mi imaginación, que estuve soñando. Otras, sin embargo, me llena la mente una realidad de pasadas mentiras. Pero hoy, he optado por pensar que en realidad, has existido y que, si ahora no estás aquí, conmigo, es porque estás en otro lugar mejor. Y eso me alegra. A los ángeles como tú, viajero desaparecido, querido producto de la imaginación, resultado de un corazón roto, alma irreconocida, solo le pueden ocurrir cosas buenas.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Qué alegría más imaginaria

Te quiero tanto que te olvido para que así, seas feliz.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Un, dos barra.

Tengo un cajón de fondo infinito con todos los te quiero, besos, abrazos, caricias... que estaba destinados para ti. Ven y llévate este cajón que por las noches hace ruido de amor y no me deja dormir.

Hoy quiero ser ... IV

Hoy quiero ser...
... Si tus besos fueran melodía yo me haría músico para poder interpretarte.

Para que no me olvides VIII. Porque me encanta pasear de tu mano.

Era una mañana de Septiembre, una mañana de nervios. Septiembre trae olor a frío y a monotonía, pero esa era una mañana cálida e irregular. Le precedía a esta mañana una noche en vela, una noche de ansia, nadie podría imaginar que las noches siguientes también las pasaría casi despierta. Recuerdo el olor a salado, típico de los pueblos costeros. Allí, en un banco, entre palmeras. Pretendía comprar comida para lanzar a los peces y que, así, pudieras verlos de cerca. Pero la marea me traicionó, estaba demasiado baja.

Había imaginado e ideado cientos de cosas para que ese día y todos los que les seguía fuesen especiales y perfectos. Pero esa mañana, en ese banco que quemaba y desprendía la ya acostumbrada timidez de los primeros instantes, entendí que poco me importaba qué hiciéramos, ni dónde estuviéramos, todo era especial solo por estar a tu lado.

Todavía cuando reconozco el olor a vainilla en mi estómago, empiezan a aparecer aquellas mariposas que, hace unos meses, creía inexistentes al pensar mis sentidos que tú estabas cerca.

Y ahora he hecho al tiempo mi archienemigo por no pararse esa mañana. El tiempo ha seguido su curso pero, yo, me he quedado allí, en ese banco oscuro, abrazándote.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Diez, cincos, veintitres de noviembre, octubre...

De películas que juré, no se a quién, ver contigo y que ahora, veo sola:

— "Entonces ya no tienes miedo, eres completamente libre" De V de Vendetta.
— Yo soy completamente libre, porque de lo que tenía más miedo, me ocurrió.
— ¿Qué es lo que te daba más miedo?
— Perder a la persona más importante de mi vida.

domingo, 6 de noviembre de 2011

De verdades universales IX

Cosas que me gustan. Cerrar los ojos, escuchar música. Recordarte y no poder evitar sonreír. No sabes la paz que me transmite.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Futuros de madrugada

— Yo quiero tener hijos, y nietos, y una casa. Que por las mañanas huela a café y a tostadas y que llegue tarde al trabajo y llegar tarde, también, a llevar los niños al cole. Que por la noche termine agotada, en la cama, junto la persona a la que más quiero. Y que todos los días sean así. Y arrugarme, y ponerme fea, y más gorda. Pero al lado de la gente a la que quiero. Lástima que no lo vaya poder conseguir.
— ¿Por qué no lo vas a poder conseguir?
— Porque con quien quiero vivir todo eso no lo quiere vivir conmigo, no sé siquiera si quisiera vivir eso. Solo sé que conmigo no.
— Van a pasar treinta mil personas más por tus ojos.
— Treinta mil personas más para que lo que tengo clavado vaya más adentro, viendo que nadie es tan perfecta como ella.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Simplemente simple.

Nota mental para el futuro: no recomponer corazones ajenos.

De verdades universales VIII

Estoy pensando en ti. Sí, en ti. Aunque creas que no.

martes, 1 de noviembre de 2011

De porfines no llegados

Y al final no fue tan malo como suponía. Te conseguí olvidar y conseguimos ser amigos. Yo encontré otra persona a la que querer, y fui correspondida. Mis días fueron soleados por mucho que lloviera. Porque creía haber encontrado a la mejor persona, pero, ¿cómo sabes si has encontrado a la mejor persona para complementarte si no has conocido a nadie más? Fui feliz, y fuiste feliz. Encontré a esa persona que me levantaba con un buenos días princesa. Conseguí ilusionarme de nuevo, volver a besar con la misma intensidad de antes y encontrar un nuevo sentido a todas esas canciones que tratan de amor y a dejar de comprender aquellas que tratan de desamor.

Después de no tanto tiempo como el que esperaba conseguí salir de aquel pozo del cual parecía que nunca habría salida. Conseguí alegrarme de tu felicidad y por fin logré olvidar tus besos, tus abrazos y todos aquellos maravillosos días vividos de tu mano y escuchando tu gran risa. Volví a tener momentos que creí irrepetibles y, es más, conseguí momentos mucho mejores que los que viví contigo. Encontré cobijo en otros brazos y otros labios más cálidos que los tuyos. Una persona que me hacía reír mucho más que tú. Otra persona en la que pensar las veinticuatro horas de mis días...



Ring, ring. ¿Pero qué? ¿Las 7:45? Querido despertador, cómo osas cargarte mi sueño...