No sabes cuánto me alegro. Me hace feliz que tengas planes para el futuro. Aunque yo tuviera otros para ti. Pido a quien sea que nunca entiendas esas letras de esas canciones que has escuchado a las cuales no encuentras sentido, las cuales te hacen llorar. He acabado entendiendo que te quiero demasiado como para haberte deseado alguna vez algún mal, que te quiero tanto, que si eres feliz, me da igual que yo no aparezca en tu vida. Me gusta saber que alguien hace que se te erice la piel, que hay alguien que cuida de ti, quizás no tan bien como yo, y que intentas llegar antes a algún lugar desconocido. Llámame egocéntrica, pero gracias por hacerme ser tan buena persona que sea feliz, solo y simplemente, sin añadir nada más, que si tu también lo eres.
— Yo, lastimosamente, solo te puedo dar gracias por una cosa.
— ¿Por cuál?
— Por haber desaparecido de mi vida. Gracias por no dejar huella y por no causar ningún efecto de amor en mi. Sinceramente, si te hubiera querido de verdad, nunca habría soportado ver lo mal que lo pasaste por mi.
— No hay de qué, ha sido un placer.
— Hasta nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario